miércoles, 15 de abril de 2009

Ser felíz con la percusión...


El Arte de la percusión:

El aprendizaje del arte es frecuentemente una de las pocas oportunidades que tiene el ser humano para encontrar sus raíces profundas, para reconciliarse consigo mismo, cuerpo con espíritu...
Se trata de vibrar en el espacio con cada golpe.
Es el ritmo del trance en estado puro.
Tocar la percusión es jugar en un instante todo tu arte.
Es una union por una misma pasión, los tambores.
Es ser feliz con su ritmo.
El tambor es curativo por su gran poder.
El sonido hipnótico de los tambores, nos inducen a estados acrecentados de conciencia, a ir más allá de la percepción normal, hacia una experiencia de gozo y éxtasis más allá del tiempo y del espacio.
Es descubrir el sentimiento que genera participar de la percusión y de la comunicación que se establece.
Es conectarse con uno mismo, con espíritus ancestrales, con la creadora, la naturaleza.
La percusion, aumenta la energía física, alivia la fatiga y la inercia.
La percusion afecta los estados de ánimo, calma la ansiedad y las tensiones, sublima los sentimientos.
La percusion hace que el pensamiento se centre, aclara los objetivos, fomenta el valor.
La percusion estimula la creatividad y la sensibilidad.
La percusion fortalece el carácter y la conducta constructiva.
La percusion amplía la conciencia de la armonía espiritual.
Nuestro mundo interior y nuestro mundo exterior emergen de manera interdependiente dependiendo del nivel de vibracion de nuestro espiritu.
Se trata de contagiarte de buenas energias, y viajar de una manera maravillosa.
Pura Energia, puro ritmo.
La idea del ritmo va unida en nuestra imaginación al movimiento físico, evocándonos sus orígenes primitivos, así como la melodía asociada a la emoción, tiene el poder de conmovernos.
Toda percusión es acompañada de danza.
La música, y la situación de la danza del trance, es el establecimiento de un espacio ritual fuera de las convenciones de la sociedad ordinaria.
La danza es la actividad tribal espontánea más significativa, es ritmo y el ritmo impregna el universo. A fin de cuentas, la esencia del cosmos es energía animada de ritmo y de conciencia... Un músico que toca sin alma no accede a la música.
Al entrar en contacto con sus sentimientos encontrará espontanea y sencillamente el gesto físico exacto, armonioso susceptible de expresar exactamente lo que habrá percibido de su interior...

No hay comentarios:

Publicar un comentario