domingo, 24 de octubre de 2010

El final de una tarde de sábado

Me puse a esperar en un banco algo incomodo del jardín de mis sueños, descalza por sobre el polvo de la tierra, con el sol y el viento que hacían a mi cuerpo sentir la temperatura ideal. Lectura de un naufragio, barcos y tormentas; una muchacha que pasaba cantando canciones de cuna a su bebe y que me inspiraba ternura pero a la vez me distraía. Un viejo hombre que merodeaba mi camino, me saca charla y me dice que todo libro tiene una frase que se te guarda por siempre y le sonrío, me gusto su mirada de sabiduría y se fue con sus brazos enlazados por su espalda con un paso despreocupado, como si el tiempo en su vida se estirara eternamente. Me acomodo, mis pies se sienten más libres que nunca y espero. Vuelvo a ser parte de la embarcación que es sacudida por fuertes olas que la hacen tambalear, y una mujer de unos cuarenta y pico de aspecto bohemio, me pregunta si me molesta su presencia, y le doy la bienvenida a mi poco confortable pero humilde banco de madera. No he alcanzado a pasar de carilla que llego él, hecho pasado convertido en carne. Para hablar mejor caminamos en busca de otro banco, y fue en un camino poco transitado y sombrío en que nos sentamos, tensos, algo nerviosos por la situación. Tenia frío allí, había sentido como el invierno había llegado de repente, y esa helada sensación, durante toda la tarde, no se me pudo quitar. Una ilusión que había creado mi mente con restos de recuerdos, se desvanecía en miles de partículas de hielo que se hacían escarcha delante de mis ojos.
Nos fuimos de ese rincón, dispuestos a salir del jardín de mis sueños para caminar otra vez afuera con la sociedad, pero se me cruza un león delante de mis ojos, y un
destello alegra mi corazón. Claro, son personajes, muchos tipos de personajes que le dan un poco de calor a tan desolado reencuentro. Un ensayo de teatro, una profesora malvada que usa sus órdenes como un látigo flexible donde castiga a sus personajes de fantasía. Me paro a sacarles fotos para llevarme un recuerdo de estos simpaticos seres y un hombre observador, me pregunta si soy fotógrafa, lo que nos aleja la visión del espectáculo por un momento y nos hace intercambiar palabras y gustos en común en una linda conversación. Él era Hare Krishna y le compre un CD de música tradicional de la india que disfrutaría en paz al llegar a mi casa. Entonces salimos con él convertido en desconocido hacia la ruidosa ciudad, y caminamos juntos al mismo paso, separados por un abismo. Seguimos marcha sin saber a donde íbamos, sin emoción, trazando fronteras entre los dos. Y la vuelta de la vida nos llevo a ese planeta gigante que aterrizo hace muchos años en la ciudad de buenos aires, donde un príncipe de cabellos de color trigo nos esperaba para darle un poco de magia al trascurso de la tarde. Si, fue hermoso, necesitaba en mis adentros nutrir mi espíritu con algún espectáculo de este tipo, viajar para explorar otros planetas que con sólo mirar hacia el techo, estaban muy cerca de mí. El frío en esta primavera me oprimía un poco mas a medida que atravesaba silenciosa el denso bosque de la capital, y mi boca solo necesitaba algo caliente, que justamente no eran sus besos. Buscamos por largo rato un bar para tomar y darle un marco final a esta historia... sabíamos bien en nuestros adentros que sería la ultima vez que volveríamos a vernos... quedandome en la memoria un lindo recuerdo que un día había pasado entre los dos y grabada una frase en mí que daría fín a este viejo libro que vivimos:
Hasta siempre, nos dijimos.

jueves, 21 de octubre de 2010

Metamorfosis Flotante

Camina plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda que puedes encontrar la paz en el silencio. Hasta donde sea posible trata de mantener buenas relaciones con todo el mundo. Di tu verdad serena y claramente; y escucha a los demás , incluso al torpe y al aburrido; ellos también tienen su propia verdad. Evita las personas ruidosas y agresivas, porque son un mal para el espíritu. Sí te comparas con los demás, te volverás vanidoso y amargado, porque siempre habrá personas mejores o peores que tú. Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, por más humilde que ésta sea, es lo único verdadero que posees. Sé cauto en los negocios; porque el mundo está lleno de egoísmo, pero no permitas que esto te ciegue al punto de no ver que la virtud existe; muchas personas luchan por nobles ideales y en todas partes la vida esta llena de heroísmo. Sé tú mismo. En especial no finjas afecto. No seas cínico en el amor; porque a pesar de toda la aridez y desengaño, es tan perenne como la hierba. Alimenta la fortaleza de tu espíritu para que te proteja contra la adversidad. No te atormentes con tu imaginación. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Además de una sana disciplina, sé gentil contigo mismo. Tú eres una criatura del universo, no menos que los arboles y las estrellas. Tienes derecho a existir. Y aunque esté claro o no para ti, no dudes que el universo marcha como debe ser. Y cualquiera que sean tus trabajos y aspiraciones, en la ruidosa confusión de la vida, mantén la paz con tu espíritu. Porque a pesar de toda la hipocresía, del arduo trabajo y de los sueños fallidos, el mundo es un lugar hermoso.
Sé alegre... Esfuérzate por ser feliz.

(Max Ehrmann)

miércoles, 20 de octubre de 2010

Volver a tallar sueños

(Nueva talla indígena)

Déjate llevar por las sensaciones.
Que no ocupen en tu “vía”, malas pasiones.
Esa pregunta que te haces sin responder
Dentro de ti está la respuesta para saber.
Tu eres el que decide el camino a escoger
Hay muchas cosas buenas y malas, elige bien.
Que tu futuro se forma a base de decisiones...

(chambao)

viernes, 8 de octubre de 2010

Tu fuerza ha cambiado, salamandra de fuego azul

(Experimentando un día con arcilla, me salio un pequeño buddha. Pero en el período de secado, antes de su cocción, tuvo un accidente y cayo al suelo rompiendose la mitad de la cabeza, entonces vivió una pequeña reconstrucción, y ya no volvio a ser el mismo)

¡En el cambio esta la evolución!

lunes, 4 de octubre de 2010

Compartiendo una tarde junto a Juana

Juana, todos los días me acuerdo cuando pase por donde vivís, en tu incógnita localidad a la que se accede con una misteriosa clave, y andaba por tu silenciosa calle cabalgando mi bicicleta de mimbre y eran las 11 de la mañana aproximadamente en los primeros días de Diciembre, y te vi barriendo la vereda porque recién habías cortado los excesos de tu ligustrina que rodea la entrada de tu casa, y entonces frené despacito y te salude cordialmente con un agitar de mano contenta y me felicitaste por el vestido que llevaba puesto, zurcido de pachword realizado artesanalmente por mi abuela. Entonces nos sonreímos y sentimos una sonda vibratoria de frecuencia cálida pero a la vez profunda y me invitaste a tomar un té de hierbas con galletas de pasas que vos misma cocinaste temprano a la mañana, y entonces merendamos bajo la sombra de un árbol que tenes en tu calido hogar, mientras que un vaho olor a experimentación se mezclaba con el fresco olor a tu plantación de lirios y el cantar de los pájaros... recuerdo las muchas especies de pájaros que dichosos te visitaban... y luego nuestras charlas rozando el sinsentido existencial, palabras sueltas como crisantemo y cielo que nos dejaban pensando, prosas y emoción y el silencio que también reinaba en la suave tarde y nos envolvía. El tiempo nos abrazaba y pude ver al sol introvertido esconderse hacia donde estábamos, yo sentada en el piso resbaloso del estudio de grabación que tenes en un rincón de tu casa, con los cerramientos despejados que te permiten conectarte aún adentro entre tantos cables con la belleza de tu jardín y en trance oí tus cantos, los sonidos que se fabrican en tus entrañas, verte como mientras te metes en tus instrumentos y equipos, te perdes, y no estas mas acá en este lugar, y te fuíste, y tu voz nos lleva y nos encuentra en otra dimensión de sueños. Y yo magnetizada bajo ese desplazamiento del ambiente, que escondía tras sus velos un día en el que hipnotizada y encantada, paseando despreocupadamente en mi bici de mimbre perdida por la ciudad, compartí un inolvidable momento con la magía de la gran artista Juana Molina.

domingo, 3 de octubre de 2010

Correo!

Hola!
Resolviendo tus proyectos?
Acaso podré volver a pertenecer a ellos?
Por mi parte sigo esperando-te,
ya no tengo uñas que masticar,
ni mantas que bordar...
Pero bien, asi como vos ayer me supiste aguantar,
ahora me toca a mí respetar.
Tus tiempos!
Mis tiempos!
Los tiempos!
El reloj no deja de musicalizar su tic tac...
El pajarito me cantó las mil y una en punto.,
Y la vida que se va.
Se va y aún sin igualar la complicidad
de estas dos almas
aventureras
perdidas
soñadoras
que un dia, en una cocina naturista,
comenzaron a jugar;
Como dos niños aun sin experiencia,
con sus idas y vueltas eternas...

Besos hasta la proxima buen hombre.
Penelope