lunes, 29 de marzo de 2010

Un otro buda

"Una historia de intensiva terapia"

Y llegué.
Con una energía extraña como si supiese lo que en ese encuentro iba a suceder. Subí las escaleras rápido, a una gran velocidad como jamas acostumbro hacer; tal vez quise jugar un poco conmigo, por lo que andaba con ganas de engañar mi habitual caminata lenta. Dos golpes certeros que dieron aviso a que pude adelantar mis pasos, y entré. Como siempre mis terapeutas esperando para llevar a cabo nuestra habitual reunión de los jueves, encuentro que generalmente espero con ansias, pero que ese día así no lo sentía. Atravesando la puerta a manera de flashback chocando con el panorama, sólo distingo un sillón individual al que esta vez elijo para yacer, cambiando el placentero contacto que suelo tener con el piso y los almohadones... algo en mí estaba sucediendo. Además, no tenia ganas de hablar demasiado, esperaba a mi compañero de grupo que llegara, ya que sola me sentía intimidada. En esta ocación hablar de mí era en vano, me aburrían mis problemas, y todo sería una constante repetición sin fín... por eso necesitaba no decir para mejor sentir, y abrir mis sentidos para escuchar a los demás. Una receptora de voces, imágenes y sonidos del corazón ajeno. Y ahí se encontraba él... ¡estaba tan angustiado!. Yo podía escucharlo y entender lo que decía. Pero también queria sacudirlo, despertandolo de esa visión oscura de su realidad, para que se de cuenta de que esas heridas que él llama clavos, pueden sanar si así se lo propone. Y lo escuchaba con los sentidos abiertos, observando todo a unos centimetros de distancia desde mi sillón, donde allí se encontraba mi mundo dispuesto a oír. Pero el panorama frente a mí no era muy alentador... su imágen estaba abatida, con una angustia tan grande que por momentos me asustó su trance, y en otros me flaqueó el corazón. Su mirada no tenía rumbo, ojos de cristal, todo inmóvil, envuelto en nebulosa; y sin poder modular, las palabras le resbalaban de la boca. Hubo un momento en que yo me alejé de ese ahora, y mi visión de esa realidad se transformó en una sucesión de imágenes contemplativas, donde mi compañero transmutaba en la mística imágen de buddha. Cabeza pelada y posición meditativa sin siquiera pestañar; y yo despojandolo de sus prendas, para envolverlo con mi mirada en suaves telas, esas que existen en el consultorio para los momentos de psicodrama. El fondo que enmarca la representación que ven mis ojos, se vuelve un collage de millones de pequeñas fotos en blanco y negro que figuran su pasado... y musicalizando mi vuelo, las voces y palabras de mis terapeutas que se convierten en mantras para el alma... Ojalá que a mi compañero de grupo (para que se sienta un poco mejor) le pueda regalar esta foto que tengo grabada en mis retinas. A él, que sumido en la angustia, siente su corazón enfermo; sin tener noción alguna que desde el cuerpo de ésta que escucha, de su imágen, un otro buda nació.

martes, 23 de marzo de 2010

Reciclando y creando II



-Alambre
-Hilo grueso
-Algodón
-Tela
-Pegamento
-Cinta adhesiva

Bicho raro que un día de campo me entró por la oreja; y que ahora se entretiene dentro de mi cerebro. Fotos extraídas de un estudio encefalograma.

Reciclando y creando I


A partir del reciclaje de elementos en desuso de mi casa...

-Tapa de acero inoxidable
-Tubo de PVC
-Aerosol violeta
-Botella de vino
-Flor para adorno

La utilidad se la da uno...
Un adorno un tanto fálico, que lo uso como porta sahumerios. Queda lindo ver el humo salir de los agujeros y llenarme la habitación de rico aroma sanador.

jueves, 18 de marzo de 2010

Expresión Corporal



Vibrar con el cuerpo. Cortar las amarras que sólo traen tensiones. Fluir. Que el cuerpo reaccione, que cada articulación diga palabras. Que el cuerpo grite, ame, llore. Liberar para tu libertad. Y que en un solo movimiento te deslices en el aire y puedas dramatizar toda una vida atada, donde el fluir sera tu acierto. Intentar jugar con otros cuerpos, rozarlos, sentirlos para que juntos se resbalen, se estrujen, se exploren. Sutileza de movimientos. Danza de la vida. Soltar, y dejarse llevar.

martes, 16 de marzo de 2010

Il rituale strano della mia mamma

A mi me madre le encanta sacarse los mocos y probarlos como si fuesen una exquisites. Ocurrió esta tarde de verano otoñal, mientras nos serviamos de esa sabrosa infunción bien caracteristica del Rio de la Plata.
Estoy segura de que no muchas personas, pueden ser espectadoras de este morboso y despiadado acto que yo observo consternada a traves del reflejo de un vidrio, como es que mi mamá transformada en sombra, hojea una revista barrial, mientras que con tanto placer sumerge y escarba con su dedo indice rígido como espada en el orificio oscuro de su nariz, dando vueltas concentricas para llegar bien a fondo buscando rastros de mucosidad, dando lugar a que se produzca esta escena temible, y luego su dedo un poco doblado imitando ser una cuchara para el mejor postre, lentamente toca las comesura de sus finos labios para que de una vez por todas, sus papilas gustativas puedan ser las hacedoras de semejante acto abismal.
En muchos siglos atrás antes de cristo, seguramente los mocos de mi mamá se hubiesen fermentado con hierbas extraidas del Nilo y tal preparación serviría como poción mágica para complacer caprichos de las divinidades de aquellos imperios.
En el preciso momento en que la observo hurgando en ese agujero tunel negro nunca antes explorado minuciosamente por un ojo humano, la tele encendida en un canal de documentales hablando sobre la ciencia, me informa las caracteristicas del cerebro humano y hacen exaltar la maravilla de tal órgano. Pronto esa voz cientifica que resuena a lo lejoz me hace sumergir en una cápsula fantástica cerebral y comienzo a hacer libres asociaciones de la figura de mi madre, convirtiendose en un ser involucionado del pasado, como aquellos hombres monos de la prehistoria que comían piojos ajenos de otras cabezas. Luego imagino que si la humanidad estuviese en una situación de extinción debido a que en el mundo no habría más alimentos para sobrevivir, todos podríamos salvarnos, pues en la nariz de mi máma podriamos encontrar la respuesta ante el terrible problema, y sería ella la mayor productora de mocos alimenticios nunca antes igualada por ninguna corporación millonaria actual.
Yo no logro contener mis carcajadas, porque no comprendo que cosa concebible en su materia gris o blanca, la llevan a realizar semejante obra pánica. Supongo que mientras se pierde en las miles de letras de la revista bajo hipnosis, su mente retrocede a su infancia y allí se ve como una niña de pelo largo y lacio, que hurgaba en su nariz queriendo llamar la atención de sus padres. No lo sé en realidad, sólo mi percepción del hecho lo supone. Y me vuelvo a preguntar si en sus 49 años siempre realizó el mismo acto a modo de ritual.
Mientras yo sigo riendo, intento no elevar las carcajadas, no quiero que se entere que la estoy mirando, analizando, fantasiando, explorando, investigando. Tal vez si se da cuenta sea como despertar a un sonámbulo de su trance, seguramente se vuelva loca e intente matarme.
...Pero lo vuelve a hacer sin reserva y veo como goza. Chupa el mate y los restos de esos trozos resecos de células protectoras de la nariz chocan contra el pedazo de metal y sus partículas se escurren por el tubo para entremezclarse por fín con la yerba y finalmente formar un coctél. Ratifico esa sustancia que tiene su nariz, luego que me toco el mate a mí, que como lo imaginé en un principio, es digna esa mucosa sabrosa para digerir. Púes los mocos de mi mamá no son salados y repulsivos, que de lino son, y gustosos, saben a azúcar finamente cristalizada.

lunes, 15 de marzo de 2010

Mi profesión

Si me preguntan a que me dedico, yo les responderé:

Mi profesion es buscar. Una exploradora innata.
Busco y exploro para encontrar mi verdad.
Especie de arqueologa dentro de mi ser, que espera hallar restos fosiles enterrados en el pasado para entender mejor mi presente.
Ademas hago seminarios de como hacer para dar un paso adelante en la vida para ser feliz.
Mezclo colores, uno pulsiones, y luego desarmo todo. No hago Arte. Lo destruyo para generar una armonía mía.
Pruebo. Intento. Me sumerjo. Amaso.
Cocinera de estados de animos que cambian depende el ingrediente o la cocción.
Electricista que desenreda cables fusiles mentales que hacen cortocircuito, para mantener encendida la luz del espirítu.
Música y compositora, creadora de magestuosas melodias para mi alma.
Traductora de idiomas indescifrables provenientes del inconsciente eterno y omnipresente.
Actriz eterna de mi obra teatral de consciencia.
Viajera, que de un momento a otro puede llegar hasta el infinito.
Talladora de sueños y utopías.

domingo, 14 de marzo de 2010

La esotérica



Al parecer, una criatura como cualquier otra, pero que sumergida en su mundo de sueños, da riendas sueltas a la imaginación y se inventa un extraño personaje el cual generalmente la posee por completo.

Mundos Fantasticos. Orbitas inagotables. Teatralidad de una realidad paralela. Posibles tramas que no tienen fin... historias misceláneas o quizá verdaderas. Manifestación, impulsos transmutados provenientes de inframundos planetarios...
Intensamente ella.



sábado, 13 de marzo de 2010

¿Cómo ganarse la vida?

“La vida no se gana, se vive. Decide a dejar la infancia que es un continuo pedir y conviértete en un adulto que es un continuo sembrar.”

Alejandro Jodorowsky

Un árbol genealógico es una toma de consciencia

(Asturias, La casa de mi abuela, Peña Furada)

Es entonces cuando comprendo porque me late el corazon cuando pienso en un lugar asi, donde se criaron mis abuelos... Hecha raices en mi mente y me lleva a abrir las paginas del libro de mi historia. De ellos he sacado cosas hermosas que hoy hacen de mi personalidad un fruto más sabroso... Y con mis ganas de saber más, algun dia terminare de completar unas hojas que aun estan en blanco, para asi concluir con la investigacion del árbol genealógico de mi vida...

sábado, 6 de marzo de 2010

Monologo conmigo

Camino de un lado al otro. Pienso, hablo conmigo misma. No me comprendo. Saco conclusiones. Intento dejarme llevar. Aparecen resistencias. Salgo a ver la luna, y me regala un pedazo de melancolía. Dolor. Dolor en el estomago, angustia. Incertidumbre. Vuelvo a caminar y no paro de hablarme. Que sucederá?. Espero que un algo cambie el todo. Espero. Lo dejo en manos del destino. No creo. Quiero actuar. Sentir. Me quemo. Me consumo en extrañas sensaciones internas. La brisa nocturna me hiela. Los insectos me disparan. Miro las estrellas y la garganta se presiona más. Nudo. Asfixia. Desconcierto. Me pierdo en el silencio de la casa. Viernes. Monologo conmigo. Sentimientos inexplicables. Instantes insostenibles. Revuelto de encéfalo. Materia que se descompone si me pierdo. No creo en un final. Mea culpa. Esperame por favor. Aún creo. Somos capaces. Si, lo quiero. Pero me pierdo. No logro entenderme. Le soy distante. Murallas. Dame fuerzas. Palabras vanas? Aire espeso. Baja presión, atmosféra densa. Musicalizo el momento. Una guitarra lo dibuja. La imaginación me da vueltas. Me desvanezco en sus brazos. Energía suya. Que estarás haciendo? Te veo, me bloqueo. No soy yo. Se llama Brenda. Buscala allá. Traela aca. Pensamientos racionales. Me voy. Lo llevo. Recuerdos me sustentan. Empezar de nuevo? Oportunidades. Evolucion. Nos encontramos. Por fin sentir. Luchemos. Cree en mí. Se visualiza un camino. Lo veo apesar que se me presenta difuso. Proyecciones fundidas. Crear. Miedos nuestros. Pasará? Aprendizaje. Mi maldita resistencia. Camino y camino. Pasará?
Pienso.
Te pienso.
Pienso.
Tiempo...
Siento desconsuelo.

martes, 2 de marzo de 2010

Lazo umbilical al mundo

Pero a veces he llegado a estar tan cerca del centro, del núcleo de la confusión, que me asombraba de que no explotara todo a mi alrededor… Todo el caos podría juntarse en la cabeza de un alfiler pero el yo, microscópico al comienzo, crece hasta convertirse en un universo desde cualquier punto del espacio. Solos dos platos en el menú: el yo y el no yo. Y una eternidad para elaborarlo. En esa eternidad que no tiene nada que ver con el tiempo ni con el espacio hay interludios en que se produce algo así como un deshielo. La forma del yo se descompone, pero el yo, como el clima, permanece. Veo a mi alrededor… No hay forma, ni imagen, ni arquitectura, sólo vueltas concéntricas. Soy la flecha de la sustancialidad del sueño. Verifico volando. Anulo dejándome caer a la Tierra…

**Henry Miller**

lunes, 1 de marzo de 2010

Dialogo pasional



...y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.