
Todas las relaciones que entablamos son kármicas y por eso nos proporcionan la oportunidad de aprender y superarnos. Formamos parte de una gran red, intrincada, pero absolutamente armónica, en la que estamos conectados con muchas almas. Nada es casual en la trama de esa red y deberíamos ser conscientes todo el tiempo de que, por insignificante que parezca el encuentro con otra persona, "todo encuentro es un reencuentro", por lo que es necesario prestar mucha atención a los vínculos que establecemos. Si tomamos conciencia de lo mucho que significan en nuestra vida, cada relación se convertirá en un momento de aprendizaje, un llamado a evolucionar y perfeccionarnos.
Durante toda nuestra vida nuestra energía interactúa con la energía de otros. Como esa interacción compartida implica un apego emocional y afectivo, positivo, neutral o negativo con diversos grados de intensidad, la adivinación de las situaciones de nuestras relaciones personales tiene como gran ayuda presentir la naturaleza e intensidad de la energía presente en el apego compartido. En la visualización adivinatoria de esa energía aparece la que se refleja por su parte y la de las otras personas vinculadas a su persona.

Como nosotros mismos ayudamos a elegir los entornos de vida en los que podemos crecer a partir del punto en donde quedamos en la existencia anterior, es razonable creer que podemos elegir renacer con quienes están más cerca de nosotros.
Encontré tu blog.. esta increible! y tus temas de niveles de consciencia me tomaron totalmente!..
ResponderEliminarTe felicito...
Muchas gracias! somos ramificaciones cosmicas de las cuales vamos nutriendonos y aprendiendo mutuamente.
ResponderEliminarUn abrazo grande!