Los druidas creían que la hiedra tenía propiedades mágicas y ahuyentaban al diablo. Incluso se colgaban de los establos para proteger a los animales de los espíritus malignos. Si crece en las paredes de una casa, sus ocupantes estarán protegidos y a salvo de las brujas, mientras que si muere, puede preverse algún desastre. Si la hiedra cae de su sujeción, quiere decir que la casa pasará a otras manos, de Hadas.
Es curioso; no sabia que las hadas se adueñasen de las casas...
ResponderEliminarY me alegro por la creatividad con que ha renacido esta Juana Calamidad.
Asi es juan, mi casa se esta cubriendo de una enamora del muro. Y en su interior habita una enamorada, pero de la vida.
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