martes, 22 de septiembre de 2009

Tengo un pequeño duende, perdido en una tierra mágica


Había una vez una misteriosa pero fascinante historia de dos seres, un duende llamado Awen y un hada llamada Fand, que se encontraron una vez sin buscarse y comenzaron a compartir sus sueños...


"Mitología Celta" - Dioses:

Awen,
era el espíritu inspirado, que da a los hombres sabiduría, facilidad de palabra y energía. El Awen permitía improvisar versos en medio de una canción. Podía alcanzarse a través de la música, de la meditación, del amor o del valor, y era considerado un regalo de los Dioses.

Fand, también llamada la lágrima del fuego del ojo. Tenía en su poder las llaves para el reino eterno del alma. Se la representaba como un ave arrojándose hacia las aguas, que eran el inconsciente. En su puerta se alzaba el Árbol de la vida, brillante como el oro, que tocaba dulces melodías. Para llegar a su reino era necesario cruzar las aguas donde habitaban los maestros de la música. El reino de Fand tenia un significado distinto para cada persona, pero estaba relacionado con lo más profundo del alma.


...A Juan, quien hoy me sublima los sentimientos.

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