jueves, 17 de diciembre de 2009

Historias de abuela para sanar

Descubrí que cuando estoy mal, un remedio infalible es acudir a mis raíces. Por eso mi abuela es la encargada en cada gala de tristeza escondida, de tomarme de la mano para elevarnos juntas hacia tiempos lejanos. Donde me relata que la felicidad se alojaba en un pueblo perdido en las fantasticas tierras de Galicia donde mis abuelos dichosos estaban. Y cuando me cuentas sus historias, me adentro en su relato como una niña curiosa y emocionada. Imposible retener las lagrimas de estos estanques cargados llamados ojos...
Son tiempos de aferrarme, y en mi abuela muchas veces encuentro el remedio indicado para mí. Ideal para estos días, en que estoy comenzando otro capitulo de mi libro, escribiendo unas paginas desbordadas de melancolía.

2 comentarios:

  1. "No hay despedidas cuando la llama queda prendida siempre en el corazon": Sobre todo dedicado a mi duende, porque sabemos que nuestras raices son lo que nos sostiene, y por mas tiempos dificiles que pasemos nos tenemos mutuamente. Siempre.

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  2. Mágicas y acertadas palabras.
    Gracias.

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